Conoce qué son las pruebas no funcionales de software.

Conoce qué son las pruebas no funcionales de software.

Las pruebas de Software No Funcionales se centran en aspectos muy importantes del comportamiento del producto pero que no están relacionados con las funciones que realiza el sistema.

El término prueba no funcional se refiere al esfuerzo que se centra en la capacidad del software para funcionar correctamente, independientemente de su aspecto. Las pruebas no funcionales pueden abarcar una amplia gama de áreas, como la fiabilidad, la seguridad, el rendimiento y la escalabilidad.


Aunque no hay una definición única de las pruebas no funcionales, la mayoría de los expertos coinciden en que incluyen cualquier prueba que intente medir la capacidad de un producto de software para realizar sus funciones previstas. Dado que las pruebas no funcionan pueden realizarse en cualquier momento del proceso de desarrollo del software, pueden ser una buena forma de detectar errores antes de que salgan a la luz.


Además, las pruebas no funcionales suelen ser más rápidas y económicas que las funcionales. Para realizar las pruebas no funcionales de forma eficaz, hay que tener claro qué debe hacer el producto y qué no debe hacer para cumplir sus objetivos. Esto le ayudará a decidir en qué métricas debe requerir al realizar sus pruebas.


Hay muchos tipos diferentes de pruebas no funcionales, entre ellas:

  • Rendimiento: Pruebas para comprobar el rendimiento de un producto en distintas condiciones.
  • Operabilidad: Pruebas para detectar problemas como fallas y errores en la propia aplicación.
  • Carga: Pruebas para saber qué carga puede soportar la aplicación antes de que empiece a
    ralentizarse.
  • Accesibilidad: Comprobar si la aplicación es accesible para los usuarios discapacitados.
  • Integridad: Comprobación de cualquier cambio no autorizado en los datos que pueden
    haber realizado usuarios no autorizados.